Sesión 7: las competencias del MCER en la práctica
Buenos días, buenas tardes o buenas noches. En esta entrada voy a comentar la cuarta clase que tuvimos con Yolanda. Como en esta sesión hemos tratado las competencias comunicativas que se exponen en el Marco Común Europeo de Referencia, he pensado que puedo proponer ejemplos prácticos para llevar a cabo en el aula de Lengua Extranjera Inglés y trabajar, así, estas competencias.
La primera competencia comunicativa que se trata en el MCER es la competencia lingüística, la cual se divide en alcance y control léxico, corrección gramatical, control fonológico y control ortográfico. Por tanto, ¿cómo podríamos trabajar estas disciplinas? En primer lugar, se me ocurre que podríamos hacer un rápido análisis al principio del curso sobre los intereses del alumnado para escoger una serie de lecturas obligatorias; podemos hacer una selección de unos 20 libros que se distingan por su temática, formato, etc. y dejar que el alumnado escoja. Una vez hayan leído la obra que quieran podemos hacer una entrevista individual corta para preguntarles por la trama y por su opinión, además de pedir que nos entreguen una lista con al menos 10 palabras o expresiones nuevas que hayan aprendido. Con esta actividad ya trabajamos el control léxico y el fonológico. Para la parte de corrección gramatical y control ortográfico, podemos hacer un ejercicio con textos que hayan escrito el ChatGPT o DeepL que contengan errores gramaticales y ortográficos y proceder a su corrección. Esta es una forma de mostrar que la Inteligencia Artificial no es perfecta y nos ayuda a practicar los aspectos lingüísticos que no trabajamos con la actividad oral anterior.
La segunda competencia comunicativa es la competencia sociolingüística, que consiste en:
utilizar fórmulas corteses y mostrar conciencia de las normas de cortesía;
realizar un uso funcional de la lengua de manera adecuada (en un registro neutro en los niveles más bajos);
socializar, siguiendo rutinas básicas en los niveles más bajos, sin pedir al/la interlocutor/a o interlocutores que cambien su comportamiento (desde el nivel B2) y empleando expresiones idiomáticas, alusiones y humor (en los niveles C1 y C2);
reconocer claves socioculturales, especialmente aquellas que señalan diferencias, y actuar consecuentemente;
adoptar un registro adecuado (desde el nivel B2). (MCER, 2020)
En la entrada de la sesión 5 ya ofrecí algunas actividades que se centraban en la consciencia cultural, pero tengo otras ideas para trabajar estos aspectos. En primer lugar, la opción más significativa creo que podría ser un período de inmersión lingüística en el extranjero: podemos colaborar con centros de UK y EE. UU si la lengua extranjera es inglés, y hacer un intercambio con el que el alumnado estudie en el extranjero y conviva con personas nativas. Si la movilidad hasta ese destino es muy complicada, otra alternativa podría ser realizar actividades de interacción en línea: hacer videollamadas, tener un chat... En segundo lugar, una tarea más sencilla sería tratar la cultura desde el aula con películas, series o canciones y analizar sus letras, detectar los cambios de registro y expresiones nuevas que se empleen, etc. Podemos volver a aplicar el elemento de recopilación de 10 palabras o expresiones nuevas que hayan aprendido para que cale el proceso.
La tercera y última competencia comunicativa que se trata en el MCER es la pragmática, que está compuesta de flexibilidad, turnos de palabra, desarrollo temático, coherencia y cohesión, precisión y fluidez. Una posible actividad que trabaja prácticamente todos los componentes de la competencia pragmática es la de ‘Historias encadenadas’ (o Chain Stories). Este ejercicio consiste en enlazar oraciones, de forma que un estudiante comienza con una oración y el resto van añadiendo uno por uno oraciones que tengan sentido entre ellas para crear una historia. Como profesorado podemos ayudarles haciendo o comprando unos dados que tengan elementos que les puedan ser de ayuda a la hora de pensar en qué información añadir.
Otra tarea que puede resultar interesante sería una similar a la de corrección gramatical y ortográfica del primer apartado pero, en este caso, centrada en los errores pragmáticos. De esta forma, podemos poner vídeos o situaciones tipo donde hayan salidas de tono, cambios abruptos de tema, falta de cohesión, etc. Para que el alumnado lo identifique e intente corregirlo.
En conclusión, una vez más el MCER nos presenta ideas que deben ir adheridas a nuestra mente de profe y que no debemos pasar por alto. No debemos olvidar que todos estos aspectos son indispensables para nuestro alumnado, para que tengan una buena comprensión de la lengua y la cultura meta y para que puedan desenvolverse con facilidad y éxito en ellas, que es, y ha de ser siempre, nuestro objetivo como docentes. Por eso, es importante presentarles actividades atractivas, que les apetezca hacer y que les proporcione recompensas para continuar la motivación por el aprendizaje.
Esta es ya mi última entrada sobre las sesiones de Yolanda, así que me despido, doy las gracias a quienes me hayan leído y, por supuesto, estoy abierta a cualquier comentario.
¡Hasta la próxima!
Referencias:
Cerrillo, L. (2019) El juego del dado de las historias para estimular el lenguaje en niños. Guía infantil. Disponible aquí.
Volumen Complementario. Consejo de Europa. (2020). Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas: Aprendizaje, enseñanza, evaluación. Volumen complementario. Estrasburgo: Servicio de Publicaciones del Consejo de Europa.
¡Hola Adriana! Muchas gracias por tu aportación, tus propuestas sobre cómo aplicar las competencias comunicativas en el aula me han parecido súper útiles e inspiradoras para planificar mis futuras clases.
ResponderEliminarEn particular, me ha llamado mucho la atención la dinámica de las «Historias encadenadas». Este enfoque permite que el alumnado ponga en práctica sus conocimientos para crear algo tangible (en este caso una historia), lo cual puede contribuir a que aumente significativamente su motivación y, en consecuencia, su rendimiento académico. De hecho, una amiga mía, que es profesora de Pedagogía Terapéutica, realiza con frecuencia este tipo de actividad. Ella utiliza un recurso llamado StoryCubes, que consiste en una caja con nueve dados con imágenes que sirven como inspiración para que los estudiantes inventen historias. Con esta dinámica se puede trabajar de una forma muy atractiva y lúdica la expresión oral y la imaginación.
Por otro lado, tu propuesta me recordó a mi propia experiencia durante las clases particulares de inglés a las que iba cuando era pequeña. Una de las actividades que hacíamos consistía en escribir conjuntamente una obra de teatro para representar al final del curso. Si bien es cierto que no utilizábamos dados o ningún otro recurso material, este ejercicio nos permitía explorar el idioma de forma práctica y creativa. Considero que era un ejercicio muy útil que nos desafiaba a crear una historia utilizando vocabulario relevante y expresiones idiomáticas. Además, el proceso de memorizar y ensayar la obra reforzaba nuestro aprendizaje y nos ayudaba a interiorizar el vocabulario y las estructuras lingüísticas de manera más efectiva, logrando un aprendizaje significativo.
De nuevo, muchísimas gracias por compartir tus reflexiones. Me ha encantado que hayas centrado esta entrada en propuestas tan prácticas y aplicables. Estoy segura de que inspirará a muchos docentes.
Cristina Búa.
Hola Adriana! Me encantan tus ideas para trasladar al aula. Me gustaría sobre todo hacer mención a la consciencia cultural, tan sumamente importante en la actualidad. Fomentar la conciencia cultural en las clases de lenguas extranjeras es una herramienta clave para preparar a los estudiantes para el futuro, no solo en el ámbito académico, sino también en el profesional y personal. Vivimos en un mundo cada vez más interconectado, donde las barreras geográficas y culturales son cada vez menos relevantes debido a la globalización y las tecnologías de la información. El dominio de una lengua extranjera va más allá de aprender vocabulario y gramática; implica comprender y valorar la cultura asociada a esa lengua.
ResponderEliminarLos intercambios ofrecen una excelente oportunidad para que los estudiantes experimenten, de manera inmediata y auténtica, las costumbres, creencias, valores y tradiciones de otras culturas, a través de la interacción directa con hablantes nativos o compañeros de otros países. Esta vivencia cultural enriquece su perspectiva, fomenta el respeto por la diversidad y promueve una mentalidad abierta que resulta fundamental en un entorno globalizado. Los intercambios físicos son algo complicados porque implican tener en cuenta las oportunidades económicas del alumnado, pero los intercambios virtuales suponen una alternativa muy eficaz y manejable que consigue motivar al alumnado y no incurre en desigualdades, ya que todo el alumnado puede participar desde la clase.
Además, los intercambios virtuales permiten que los alumnos no solo se comuniquen de forma lingüística, sino también emocional y socialmente, generando empatía hacia los demás y desarrollando habilidades interculturales. Aprenden a negociar significados, superar malentendidos y adaptarse a contextos diferentes, habilidades imprescindibles en un mundo laboral donde la colaboración internacional y la multiculturalidad son cada vez más frecuentes.
Por otro lado, preparar a los estudiantes para el futuro implica dotarlos de competencias que no solo les ayuden a hablar otro idioma, sino que los capaciten para interactuar con personas de diferentes orígenes, entendiendo y valorando las diferencias. Las experiencias interculturales fomentan la capacidad de trabajo en equipo, la resolución de conflictos y la flexibilidad cognitiva, habilidades que los hacen más competitivos y adaptables en el mundo profesional globalizado.
Por tanto, los intercambios virtuales no solo enriquecen el aprendizaje de una lengua extranjera, sino que son una ventana hacia un futuro más inclusivo y global. Ayudan a que los estudiantes se conviertan en ciudadanos del mundo, con una conciencia crítica y respetuosa hacia las demás culturas, lo que les permitirá no solo sobrevivir, sino prosperar en un futuro interconectado, diverso y dinámico.
Hola Adriana:
ResponderEliminarMe ha encantado leer tu entrada y tus propuestas prácticas para trabajar las competencias comunicativas del MCER en el aula. Creo que has logrado ofrecer ideas innovadoras que no solo son aplicables, sino también motivadoras para el alumnado. Personalmente, valoro mucho cómo destacas la importancia de la conciencia cultural, porque creo que es una de las áreas que más enriquece el aprendizaje de una lengua extranjera.
Al hilo de esto, me gustaría compartir una conexión con algo que mencioné en mi propio blog. Hablaba sobre cómo la literatura en la enseñanza de idiomas no solo amplía el vocabulario o mejora las competencias lingüísticas, sino que también permite al alumnado sumergirse en la cultura de la lengua meta. En tu entrada veo algo similar: el uso de películas, series o canciones para trabajar la competencia sociolingüística es una manera fantástica de enseñar el idioma desde un enfoque cultural, haciendo que los estudiantes se familiaricen con diferentes registros, expresiones idiomáticas y, sobre todo, con las normas culturales que subyacen a la comunicación. Esto refuerza la idea de que aprender un idioma no se limita a lo gramatical, sino que incluye aprender a “ser” y “actuar” en esa lengua.
Me ha parecido especialmente interesante tu propuesta de las “Historias encadenadas” para trabajar la competencia pragmática. Esta actividad no solo fomenta la cohesión y la coherencia en los discursos, sino que también da pie a que los estudiantes se diviertan mientras aprenden. A menudo, olvidamos lo importante que es crear un ambiente relajado y creativo en el aula para que el aprendizaje fluya de forma natural. Además, el uso de recursos como los dados con imágenes (StoryCubes, como mencionó Cristina en su comentario) puede añadir una dimensión lúdica que motive aún más al alumnado.
Por último, quiero destacar tu enfoque sobre la interacción en línea para promover la conciencia cultural y la sociolingüística. Coincido plenamente en que los intercambios virtuales son una herramienta clave en el aula moderna. No solo eliminan las barreras económicas y logísticas de los intercambios presenciales, sino que también permiten que los estudiantes se enfrenten a situaciones reales de comunicación intercultural, desarrollando habilidades como la empatía, la flexibilidad cognitiva y la resolución de malentendidos.
Gracias por compartir estas ideas tan inspiradoras y prácticas. Estoy segura de que serán un recurso valioso para muchos docentes, incluyéndome a mí. ¡Espero seguir leyendo más de tus reflexiones en el futuro!
Un abrazo,
Kirsten